Calle Corrientes de mis amores,
calle Corrientes donde nací
y entre las luces de mil colores
aquella noche la conocí.
Llena de gracia me la ofreciste,
de entre tus luces yo la aparté
y una alborada serena y triste
rumbo a mi casa me la llevé.
Y allá en la vida tranquila
del arrabal silencioso
yo trabajé sin reposo
purificando su amor...
Era feliz y a su lado
otro destino soáaba,
más como todo se acaba
también mi sueáo acabó.
Porque otra noche, calle Corrientes,
miré tus luces desde el balcón
y tus fulgores resplandecientes
me la llevaron con su atracción.
Y así de nuevo me la quitaste,
calle Corrientes donde nací;
vos con tus luces la encandilaste
y para siempre yo la perdí.