Sí, mi amigo, estoy llorando,
No se ría ni se asombre.
Desgraciado de aquel hombre
Que no ha llorado una vez.
No crea que estoy borracho,
Si usted supiera mis cosas,
Tan tristes y dolorosas,
No se reiría, tal vez.
Qué saben, ni el mundo, ni la gente
Si yo tuve esposa y dos hijitos,
Y si los dejé por los malditos
Hechizos de una mujer fatal.
Usted nada sabe, ni le importa,
Si mi burla resultó sangrienta,
Si por vengar alguna infame afrenta
Yo fui a la cárcel y ella a un hospital.
No se ponga tan serio, mi amigo,
Que lo que le digono tiene valor.
De la cárcel se sale, y un día
También yo salía y eso fue lo peor.
Como el ave que vuelve a su nido.
Y lo halla destruido sin saber por qué,
Volví al mío y estaba desierto,
Mi esposa habia muerto, mis hijos no sé.
Oiga, amigo, hoy entre sueáos
He visto a mis dos hijitos
Tendiéndome sus bracitos,
Como pidiéndome pan.
Y total, usted qué sabe,
Si es verdad lo que le digo,
Seque esos ojos, mi amigo,
Que si lo ven se reirán.