Ven a vivir la magia de mi desierto
Esta Laguna mía que añora el mar
Ven a escuchar el cántico de mis muertos
Que arrulla las orillas de la ciudad
Verás que la llanura tiene su encanto
Cuando el cielo le brinda su resplandor
Pensarás que son lagrimas de su llanto
Las desoladas piedras que hiere el sol
Y a falta de montañas, tendrás ensueños
Que despierten la fe de tu corazón
En lugar de praderas rostros risueños
Abiertos al milagro de la ilusión