¡No, no! No más violencia. ¡No más! ¡No, no! No más dolor, no más sufrimiento. ¡No, no! No más violencia. ¡No más! ¡No, no! No más dolor, no más sufrimiento. ¡No, no!
Ya estoy cansado de esta situación. Destrozado mi corazón. No puedo permitir que continúe la destrucción. No puedo seguir así, sintiendo el temor, el dolor de ver como algunos no usan la razón. Ya estoy cansado de sentir que mi vida depende, de lo que pasa por la mente de esa gente incoherente, de la irresponsabilidad y la inconciencia de los demás. ¡Solo quiero encontrar la paz! No más violencia, no más dolor, no más sufrimiento. La vida se escapa de nuestras manos como el viento. Tan frágil como el cristal y aún así algunos no entienden la fatalidad de sus acciones. Mi reacción es agresiva pro-activa, lúcida, congruente, pertinente. Ya estoy cansado de ver como la gente, que yo creía inteligente, no logran conciliar sus diferencias. La carencia de humanidad creciente es parte de la inconsistencia de nuestra sociedad. La decadencia de los valores y de la calidad de vida. La incontinencia de mi ira se empieza a hacer presente. Es hora de ver las cosas de frente.
¡No, no! No más violencia. ¡No más! ¡No, no! No más dolor, no más sufrimiento. ¡No, no! No más violencia. ¡No más! ¡No, no! No más dolor, no más sufrimiento. ¡No, no!
La sangre me hierve, la furia me enciende. No logro comprender cómo algunos no entienden, que nadie puede coquetear con la muerte. No puedo conciliar mi sueño, al pensar que algún día me podrían matar, porque un idiota no supo controlar su inseguridad. Abrumado por la realidad, atontado por la vanidad. Conquista de lo abstracto, de lo irreal. La necesidad de controlar, insensato afán de esclavizar la libertad. No más horror, no más dolor, no más violencia. Detrimento de la esencia, sufrimiento de la inocencia. Como animales, criminales, no permitamos que corra la sangre de nuestros hermanos.
¡No, no! No más violencia. ¡No más! ¡No, no! No más dolor, no más sufrimiento. ¡No, no! No más violencia. ¡No más! ¡No, no! No más dolor, no más sufrimiento. ¡No, no!
Ya estoy cansado de oír en las noticias sobre asesinatos, de leer en el periódico sobre maltratos, de escuchar sobre un nuevo asalto. Los culpables de los hechos van a comerse el asfalto, sus caras contra el piso, las manos esposadas. Es hora del juicio. Final es mi decisión, esta cuestión no puede continuar así. No voy a permitir que vuelvan a perturbar mi paz. ¡No más, no más! No, no puedo seguir callado. Demos el primer paso. Reto a todos a no ser más esclavos del silencio. Mis nervios ya no pueden más. No más violencia, no más dolor, no más sufrimiento. Castillo en el tiempo, listo para castigar a todo aquel que ose alterar mi calma.
¡No, no! No más violencia. ¡No más! ¡No, no! No más dolor, no más sufrimiento. ¡No, no! No más violencia. ¡No más! ¡No, no! No más dolor, no más sufrimiento. ¡No, no!
Para mi gente, siempre valiente, siempre presente, siempre pendiente, listos para un nuevo presente.