Más lloros por
Risa,
Menos
Recuerdos por pena
Fines de condena
En vida,
Comienzos de una
Alegria plena
Que se suban sonrisas,
Que se cambien banderas
De naciones por la de
La paz y por las revoluciones
Que la guerra duerma y nunca despierte,
Que guarde sus dientes afilados,
Su piel árida y su adicción hacía la muerte
Nunca más gritan los Buenos Aires,
Gritando más fuerte
Pero con cada vez más sangre
Para que el grito no se calle.
Dicen que
Dicen que
Dicen que
Dicen que no sangramos
Sufrimos y ellos miran para otro lado
Dicen que
Dicen que
Dicen que
Dicen que no sangramos
Sufrimos y ellos miran para otro lado
El pueblo hacinando
Culpas ajenas,
Desde la raíz de la propia
Democracia.
Males malcriados que hacen
Del hambre un negocio
Y distribuyen de raíz la negatividad del fruto del petróleo
Le sacamos
Filo al sol de nuestra bandera
Para que arda con los
Gritos de las almas
Que hicieron que muriera.
Miramos todos juntos
Hacía un mismo lado, y cuando
Las cosas se complican
Cantamos el himno y
Hasta el aire se identificaEl silencio del gobierno
Es la lágrima en la mejilla
De los pibes de la villa
Y la sangre tatuada en la bandera.
Levantemos voz en alto
Y que el eco destrone al suelo,
Que se sienta en alto el llanto y la victoria
De todo el pueblo entero
Dicen que sangramos
Y nos valimos siempre del
Viento áspero de la mentira
Las verdades cayeron junto las ruinas
Vengo de un barrio con hambre, por eso mis rimas
Vienen a comerse tod