He visto volar sin rumbo
a un pobre pájaro ciego,
quién le ha robado la luz
que ilumina su sendero.
Y también he visto a un niáo
con su carita de miedo
mendigando por las calles
un pedacito de cielo.
Un pedacito de cielo,
un pedacito de cielo,
donde vuelen sin temor
hasta los pájaros ciegos.
Un pedacito de cielo,
un pedacito de cielo,
para que los niáos vuelen
en sus cometas de sueáos.
Un pedacito de cielo,
un pedacito de cielo,
donde vuelen sin temor
hasta los pájaros ciegos.
He visto por todas partes
a muchos pájaros ciegos
y a centenares de niáos
con sus caritas de miedo.
Que me respondan por ellos
los mercaderes de hielo,
esos que ensucian a todos
traficando con el cielo.
He visto por todas partes
a muchos pájaros ciegos.
Un pedacito de cielo,
un pedacito de cielo,
donde vuelen sin temor
hasta los pájaros ciegos.
Un pedacito de cielo,
un pedacito de cielo,
para que los niáos vuelen
en sus cometas de sueáos.
Un pedacito de cielo,
un pedacito de cielo.