Equivocadamente
entraste a mi vida,
por la puerta falsa.
Me diste tu cariáo
con cruel hipocresía
y todo fue una farsa.
Fue tonto de mi parte
el darle rienda suelta
a mis alegrías.
Hoy cierro ya mi puerta
y pongo el picaporte,
afuera tonterías.
Equivocadamente
te recibí en mis brazos
con toda mi alma,
y con tu gran cinismo
burlaste mi cariáo,
robándome la calma.
Afuera mis lamentos,
afuera mis tormentos,
hoy pienso claramente.
Controlaré emociones,
ya no daré mi vida
equivocadamente