(Milonga)
La esquina vieja, la voz me deja
del guitarrero
y en el sendero, la voz que llega
conmigo juega.
Pobre de ropa, toma su copa
de humilde caáa,
con ella engaáa al duro frío
o al calorío duro de enero.
El guitarrero
Con su guitarra al pueblo amarra,
canta su copla,
viento que sopla lo lleva en ancas,
por las barrancas, por los caminos.
Al peregrino
Canta su canto, muestra el quebranto
de la miseria,
la cara seria, sucumbe al clima
que se le encima por el madero.
El guitarrero
La madrugada, ya desvelada,
le da su acento,
y el blanco viento se lleva alzada
la voz cascada.
Si alguna estrella cae en su huella
como el rocío,
suelta el navío de sus canciones
por los rincones del pueblo entero.
El guitarrero
Los rostros pobres, llantos salobres,
boliche y caáa,
la pena extraáa, dolor con dueáo
humilde sueáo, junta el madero.
Del guitarrero