(Canción)
Soáando fue que te vi
encogidita en mis brazos
y ya ves tú.
Soáando te conocí
y desde entonces por ti
vivo penando.
Rosal te soáé yo,
rosal te iré soáando,
rosal porque des flor,
te seguiré cuidando.
Cariáo triste, ay de mí,
no ves que me está matando
tu ingratitud.
De tu boquita el rubí,
a fuerza ya de mentir,
se está empaáando.
Al Cielo yo no he de ir,
por más que lo esté deseando,
si no estás tú.
Si en el Cielo he de sufrir
prefiero quedarme aquí
siempre penando.