Como cada atardecer, Shaadi se deja ver, tejiendo con sueáos la marea. Sueáa que vendrá del mar, un amor de carne y sal; con besos de héroe de leyenda, y canta, canta.... Le imagina, cálido y radiante como luz; susurrándole al oído. Shaadi, Shaadi... Shaadi, Shaadi... Se va el tiempo sin sentir, y su alma de delfín; aún sigue soáando, al tierno amante. Llena de algas su razón; le da un vuelco el corazón, al ver un resplandor distante. Y canta, canta... Y esa noche, se sumerge en busca de esa luz; que la llama dulcemente. Shaadi, Shaadi... Shaadi, Shaadi... Nadie sabe, que el Rey de las Mareas la vistió; de arrecife y madreperla. Y ahora sueáa, flotando sobre un lecho de coral; como sueáan las sirenas. Shaadi, Shaadi... Shaadi, Shaadi... Shaadi, Shaadi... Shaadi, Shaadi...