Presagios de sufrimiento perpetuo caminan en estas tierras
Desgracia y silencio consumen su fe...
Los senderos sin fin marcan la sangre del invasor
Trajo la ruina eterna bajo sotanas de perversión
La pureza de la hereje santidad
Implantando estigmas santos en nuestras almas
Su palabra santa significó la caída y agonía de imperios ancestrales
Donde el sol y la luna algunas vez
¡Inspiraron!
En las noches nuestros lamentos aun se elevan en las alturas
Maldecimos infinitamente su profanación
La tierra que hoy fue fuente de vida, hoy es cimiento del pecado
En los altares de la lujuria, la sodomía sonríe...
La sangre cae sobre imágenes sacras y el último suspiro de vida
Se desvanece en los confines del tiempo
Inmunda misericordia...
Transforma su fe en profundas heridas de infinito pesar
Rasga la carne y existencia
Madre del dolor déjalos morir en la misantropía absoluta
Divinidad mágestica llena en sublime maldición al invasor
A toda su sacro estirpe con la miasma sepultados entre vastas blasfemias
Bajo el gris amanecer caerán... Entre niebla
En procesión a la galería del dolor
Cubiertos con la santa infección