Con esa mente, quiérete, comprométete
A complacer al incompetente y bajarle los pies
De la nube y ser su vecino de enfrente ya verás que bien te sientes
Que morimos de dentro hacia afuera
Que pisamos asfalto, territorio, carretera, sin dinero en la cartera
Que poco queda para que escupas sangre en tu costado
Y seas polvo de estrellas, suspensión, sientas que vuelas
Energía microscópica, emulsiones emergentes
Gente agnóstica que se diagnostica cien dioptrías
Si el miedo es tu filosofía, es tu manta, hipocondría
Es normal que te sientas fría si no gozas del calor de la empatía
Te invito a delimitar lo que te retenía
Te invito a preliminar futuras distopías
Te invito a premeditar tu vida en armonía
La mujer perfecta, la que no reza en tu altar
La que ves tan de cerca pero no vas a tocar
La que llamas estrecha, frágil masculinidad
Llévate a tu vanidad a cenar dosis de realidad
La mujer perfecta, la que no sabes cuidar
La que crees que compite pero no tiene rival
La que llamas estrecha, frágil masculinidad
Llévate a tu dignidad a cenar, se la come la cal
Me siento en un quedabienismo constante
Me encuentro al borde del abismo sin plegarias pa' que no me lance
Que no he hecho los deberes, me subo por las paredes
Empiezo a ser lo que todos quieren la punta del iceberg
Me estoy poniendo los cuernos, hipotermia y me ruegan en silencio
Si tengo anima, ¿porque me siento un simple cuerpo?
Si no me anima na' y no me anima
Todo me mina la moral, si todo reside en la corteza cerebral
Yo no es por divagar, pero me siento un vegetal
Si al menos me regaras, te diría de aguantar
Pero me escupes en la cara ese veneno tan letal, gyal
Pero me escupes en la cara ese veneno tan letal, gyal
Pero me escupes en la cara ese veneno tan letal, gyal
La mujer perfecta, la que no reza en tu altar
La que ves tan de cerca pero no vas a tocar
La que llamas estrecha, frágil masculinidad
Llévate a tu vanidad a cenar dosis de realidad
La mujer perfecta, la que no sabes cuidar
La que crees que compite pero no tiene rival
La que llamas estrecha, frágil masculinidad
Llévate a tu dignidad a cenar, se la come la cal