Se va acercando la hora
De que me deje señora
Repare su maquillaje
Deténgase en el paisaje
De su rostro, aún terso y joven
Y con sensual movimiento
Vista su formas de diosa
Regrese a casa al momento
Que hay que seguir con el cuento
De buena madre y esposa
Que nadie advierta, cuando pase por su lado
Ese brillo lujurioso, que en lo ojos le ha quedado
Si le preocupa, que se sepa este pecado
Ya puede dormir tranquila, que por mi, está olvidado
Señora
Haga que recen los niños
Cuando los meta en la cama
Deles un beso en la frente
Susurre un hasta mañana
Angelitos en pijama
Y vaya pronto a la alcoba
Donde le aguarda su esposo
Ese hombre complaciente
Y en ningún modo celoso
Ojos que no ven, corazón que no siente
Que nadie advierta, cuando pase por su lado
Ese brillo de lujuria, que en lo ojos le ha quedado
Lave las huellas, de estas horas de pecado
Con un baño tibiecito, relajante y perfumado
Señora
Que nadie advierta, cuando pase por su lado
Ese brillo lujurioso, que en lo ojos le ha quedado
Si le preocupa, que se sepa este pecado
Ya puede dormir tranquila, que por mi, está olvidado
Señora