No sé si tengo fuerza para poder vivir la nueva primavera
Pero se que ya viene como llega sin falta todo lo que se espera
Con una fe sagrada que se mantiene viva a pesar de ser ciega
Que reclama con sangre el derecho al amor que la vida le niega
Ya parece que viene dibujando su risa por el confín lejano
Pintando el horizonte de sensaciones viejas, alegrías de antaño
Ya siento su presencia en el leve temblor de mis cansadas manos
Que de tanto esperar, no saben sujetar este nuevo milagro