La luz de tus ojos manantial de amor
La flor de tus labios de rojo carmín
Llenaron mi alma de dicha sin fin
Y son para mí como el rocío a la flor
Quererte así y más que te quisiera
Qué me importa si en una tarde fría
De tanto y tanto amarte me muriera
En tu rítmico cuerpo yo sé muy bien
Que entre llanto y dolor
Por quererte se moriría mi corazón también