Bailar sin acercarnos a la pista,
Pero con otras alas desatadas.
Bailar, si no con piernas, con miradas
Y sin que la mirada se resista
A derrapar, ¡go, go!, por la autopista
Que lleva de las sordas discotecas
A la mejilla austral donde mil pecas
Intentan un bolero surrealista.
Bailar o no bailar en la medida
En que se quiera, o no, cargar el peso
De descubrir, justo en la despedida
Y mientras llueve sobre cada hueso,
Que baile es otro nombre para vida
Y milagro otro nombre para beso.
Que baile es otro nombre para vida
Y milagro otro nombre para beso.