Del corazón de una palma, nacieron las Isabeles, delgaditas de cintura, y del corazón alegre. Al pasar un arroyuelo, a la sombra de un laurel, juntaba cabellos de oro, donde se peinó Isabel. Ven querida, ven, abrazarás a mí corazón, por lo mucho que tú me digas, no es ninguna satisfacción. (puente musical) Que bonitos labios tienes, labios color de manzana, sí tu me correspondieras, yo los probaría maáana. Que bonitos dientes tienes, dientes color de marfil, yo me casaría contigo, primero por lo civil. Esta es la canción, es la canción de la Isabel, es tan linda como una rosa, y tan bella como un clavel.