Con esos ojazos negros, que parecen dos luceros, me llegaste a cautivar. Con esa boca preciosa, como pétalo de rosa, mí amor lograste robar. Permitiste que te viera, y al oído te dijera, todo lo que te amo yo. Y tan solo en ese instante, mi corazón anhelante, sintió una nueva ilusión. Tu mirada de embeleso, le diste a mi boca un beso, en seáal de tu pasión. Pero todo fué mentira, porque sé que en tí se anida, la crueldad y la traición. Permitiste que te viera, y al oído te dijera, todo lo que te amo yo. Y tan solo en ese instante, mi corazón anhelante, sintió una nueva ilusión. Tu mirada de embeleso, le diste a mi boca un beso, en seáal de tu pasión. Pero todo fué mentira, porque sé que en tí se anida, la crueldad y la traición. Permitiste que te viera, y al oído te dijera, todo lo que te amo yo. Y tan solo en ese instante, mi corazón anhelante, sintió una nueva ilusión.