Yo era la envidia hasta de las más pebetas
Siempre del brazo de joven tan pintón,
Mis treinta y pico tan bien disimulados
Con una faja y un buen sujetador.
Nunca mi cuarto tembló tanto de noche,
Nunca en invierno sentí tanto calor
Después la vida se encargó de darme vuelta
Y fui la mina que el quía abandonó.
Fuiste,
Primavera tan fugaz.
Fuiste,
Como un sueáo y nada más,
Después me puse tan loca
Que no me quiero acordar...
Después me puse tan loca,
Que prefiero no contar.
Lo conocí una maáana de verano
Tomando sol en su quinta de pilar
Su piel dorada y sus ojos transparente
Enloquecieron mi sistema glandular.
Me enamoré como si tuviera quince
Me puse linda y brillante como un sol
Me prometió por supuesto amor eterno
Y se rajó a vivir a nueva york.
Fuiste,
Primavera tan fugaz.
Fuiste,
Como un sueáo y nada más
Después me puse tan loca
Que no me quiero acordar...
Después me puse tan loca,
Que prefiero, no contar.