¿Quén levantó tu ira?, ¡dime Dios!
Dímelo, dime, dime, dímelo;
¿por qué ruge el volcán en el océano?
dímelo, dime, dímelo.
¡Dime qué he hecho mal!
¡Dime por qué a la tierra aturde el mar!
Con el alba se levantó
el mundo volvió a crear;
vive como dice su dios,
se despierta y enciende el sol.
Y no coge frutas de más
ni mata más que por necesidad,
pero hoy triste está
algo ha roto la paz
en su universo austral
y parece temblar la estrella del sur.
¿Qué hay que sufrir? ¿Qué hay que pagar
por la locura de los hombres?
Con unas flores hizo un altar
y un gallo hermoso sacrificó,
con su familia empezó a rezar
mirando a lo alto, buscando a Dios.
Al gobierno del cielo humilde suplicó:
ni la tierra ni el mar vuelvan a alzar la voz,
porque hoy triste estoy, algo ha roto la paz
de cielo, tierra y mar,
y parece temblar la estrella del sur.
¿Qué hay que sufrir...?
Quien juega a Dios muera en la cruz
es la locura de los hombres.
¿Cuándo viviremos
en un mundo en paz?