Ya no vuelve a su pesebre, mi fiel caballo no vuelve no,
ya no relincha de gozo, como cuando alguien lo acaricio,
y por ese mismo tiempo, ya van dos años que ayer cumplió,
cuando una terrible peste, en el potrero lo revolcó.
Y tiro un suspiro largo, como una piedra se endureció,
pobre de mi caballo bayo, como he llorado cuando el murió.
Bonito caballo prieto, de mi manada he escogido yo,
para dárselo a mi chata, que olvide el bayo que ya murió,
el era el que me gustaba, para pasear junto los dos,
para pasarle a mi chata, pegarle un grito y decirle adiós,
Al hacer un hoyo grande para enterrarlo pena me dio,
y yo con el alma herida le dije bayo dios te llevo