De paso por Clodomira
ya voy llegando a San Gil.
Cantaré las alabanzas
que a mi santo prometí.
Polvaderal
sigo tu luz
quiero llegar
hasta su cruz.
Llevo una flor
para su altar
que prometí
en mi cantar.
Milagrero...
mi alma feliz
te entregaré
Seáor San Gil.
Ya se escucha en lontananza
el gemido de un violín
con sus notas va llamando
al promesante a cumplir.
Grande ha de ser
su corazón,
abrasador
igual que el sol.
Por tu bondad
llena de fe
árbol y flor
por ti seré.
Milagrero...
mi alma feliz
te entregaré
Seáor San Gil.