Un aplauso para el cuate, las canciones que le gustan al violón, se las vamos a cantar al violón
¡A uno! Dice
Va llegando una carroza, anunciando muerte, viene
A las orillas de una cárcel, muy despacio se detiene
Mandaron traer a un reo, pero él no sabe que quiere
El preso llegó en silencio, al saber se quedó mudo
Cuando vio el rostro marchito, una lágrima detuvo
Amorcito de mi vida, aquí se me acabó el mundo
Era el ángel del preso, que murió en el hospital
Que aparece, como última voluntad
Quiero antes de que me entierren, a mi esposo visitar
Comentan los celadores, con el respeto la dama
Que siempre fue la primera, que a la visita llegaba
Quería mucho a su marido, madrugar no le importaba
Le entregan las pertenencias, que su esposo había dejado
En una carta tantas cosas, y un retrato mal tratado
En una estaban los dos, muy felices y abrazados
Unas letras malentendidas, que apenas se podían ver
Ya me voy esposo mío, ya no me toca ahora ver
Cuando salgas de esta cárcel, prométeme no volver
Yo no sé por qué delito, el otro estaba encerrado
Pero pienso que es muy duro, para cualquiera ese trago
En una carroza negra, fue su esposa a visitarlo
La carroza ya se aleja, dejó dolor y tristeza
Un hombre muy pensativo, a la celda se regresa
Le agradece a su mujer, que le echo la última vuelta