Vestido de hombre rana, un domingo te vendré a buscar
como van todos los novios a sus novias a buscar,
y una vez a la semana por tu ausencia me pondré a llorar,
inundando mi escafandra con lágrimas de verdad.
Bailaremos agarrados con la música de un grupo compresor,
y con aire comprimido brindaremos por la dicha del amor.
Vestido de hombre rana, mis poemas te recitaré,
arrancando de tus ojos lágrimas de agua de mar,
y una vez a la semana a la iglesia acudiré,
a rezar por tu cintura a algún santo de verdad.
Convertidos en paganos subiremos a algún monte a meditar,
a adorar becerros de oro y quemar barras de incienso en un altar.
Comeremos las raíces de las plantas que más nos hagan soáar;
para interpretar el mundo, suponiendo que haya algo que interpretar.
Bailaremos agarrados con la novedad de un paso singular,
y con aire comprimido brindaremos por la dicha del amor.