Mi prieto del alma, te fuiste pal norte,
dejaste la siembra por una ilusión
vendiste los güeyes para el pasaporte
maldita miseria, la de esta región.
Con un burro viejo, hicimos labranza
hicimos la siembra con un azadón
miramos al cielo con una esperanza
las nubes se fueron como maldición.
Mis hijos lloraban dejándome sorda
me fui pa la hacienda y quise robar
les traje a mi hijos nopales, quelites y gordas
y yo ya sin fuerza me puse a llorar
Aaay maldita miseria maldita miseria la de esta región..
Los güeros mandaron la plata a montones
con unos papeles que había que firmar
mi prieto había muerto piscando limones
no quise la plata y me puse a llorar.