Sed de Dios, tengo sed de Dios
De un Dios que habita en todas partes
Que no es preciso ni buscarle
¡Él viene a mí!
Sed de Dios, tengo sed de Dios
De un Dios que no puedo encerrar
Ni en espacio, ni en tiempo o lugar
¡Él vive en mí...!
Mi alma espera en Ti
Mi alma confía en Ti
Y mi alma no descansará
Hasta que habite en Ti...