¿Quién vivió,
quién vivió en estas casas de ayer,
viejas casas que el tiempo bronceó,
patios viejos, color de humedad,
con leyendas de noches de amor?
Platinados de luna los vi
y brillantes con oro de sol,
y hoy, sumisos, los veo esperar
la sentencia que marca el avión,
como va al matadero la res
sin que nadie le diga un adiós.
Se van, se van
las casas viejas queridas.
De más están,
han terminado sus vidas.
Llegó el motor y su roncar
ordena y hay que salir.
El tiempo cruel con su buril
carcome y hay que morir.
Se van, se van
llevando a cuestas su cruz,
como las sombras se alejan
y esfuman ante la luz.
El amor,
el amor coronado de luz
esos patios también conoció.
Sus paredes guardaron la fe
y el secreto sagrado de dos.
Las caricias vivieron aquí...
Los suspiros cantaron pasión.. .
¿Dónde fueron los besos de ayer?
¿Dónde están las palabras de amor?
¿Donde están ella y él?
Como todo, pasaron igual que estas casas
que no han de volver.