De esperanza vive el hombre
y el porteáo lo aprendió
y alimenta de esperanzas
al que está a su alrededor...
Esperar siempre a maáana
es su norma y es su acción,
y dejar para maáana
lo que se puede hacer hoy.
Si le presentan la cuenta
del hotel de una semana
dice al que se la presenta:
"Le voy a pagar... maáana...
¿Cuándo me llevás al cine?"
-dice la esposa o la hermana-
y el porteáo le responde:
"Te voy a llevar... maáana..."
Si un negocio le proponen:
"Vuelva... maáana..."
Si las cosas se le oponen:
"Veré... maáana... "
Si un trabajo le aparece:
"Lo haré... maáana..."
Si un asunto se le ofrece:
"Iré... maáana..."
Y sigue el secador
"maáana", sin cesar.
Mas, si es para cobrar,
¡se cobra hoy!
Maáana será otro día
y esperar es lo mejor
que aunque mucho se madrugue
no aparece antes el sol.
Y yo como soy porteáo
este consejo te doy:
que dejes para maáana
lo que puedas hacer hoy.