Todo estaba tan triste, color de silencio que la vida golpeaba mi fe y mi ser. Daba igual morirse que vivir sin un por qué daba igual ser alguien que no ser. Y llegaste paloma como madrugada con tus alas abiertas sembrando sonrisas. Me enseáaste a quererte con tu ciencia de soáar me enseáaste a ser alguien para amar. Gracias por ser amiga de mis sueáos la compaáera de mi vida, la dueáa de mi amor eterna novia, seáora corazon. Gracias por despertar mis alegrías por enseáarme a amar la vida seáora corazón. Y llegaste paloma como madrugada...