Oye, quien puso los barrotes, que no se desprenden aunque tengas mil debates
Cómo es posible que se doten, de fuerza suprema que hace que los acates
Pies de plomo, zapatos pesados y no sabes ni el cómo
No viste la mano que los puso ni siquiera por asomo, dando pesadez a cada uno de tus átomos
Espada de filo romo, contra un enemigo que aparenta dos mil kilos
Te cerró la puerta y no hay pomo, solo un reloj, su tic tac te deja en vilo
Leer mil millones de respuestas, cuáles son reales y cuales son supuestas
Tanto remolino solo resta y solo ves un NO gigantesco en tu puerta
No gigantesco en tu puerta
Ni siquiera sabes si está abierta
No gigantesco en tu puerta
Mantiene a tu visión cubierta
Si dar vueltas marea, por mucho que se lea
Si algo te sisea la azotea deberas hablar su idioma esa será la tarea, si no cada idea no se lanza titubea
Flaqueas, pero tienes fuerzas, jadeas, rascas la corteza
Esta vida extraña te ha traído mucho atrezzo que se lía en tu camino como el pelo de una trenza
El duelo, solo se suele, evitar para que la verdad no se cuele
Revuelo, que solo duele, aunque te parezca que su efecto te consuele
Choque duro, necesario, a un futuro, temerario
Tiene que dolerte a la fuerza para arrancar el NO gigantesco de tu puerta
No gigantesco en tu puerta
Ni siquiera sabes si está abierta
No gigantesco en tu puerta
Mantiene a tu visión cubierta