Yo no creo en la casualidad
Tu me mostraste qué es la causalidad
Estabas escrita, bendita
Como siempre precisa
Tantas veces me dejaron y yo no me morí
Te metiste bajo la piel
Desde hace rato me mudé hacia el edén
El mejor maestro es el amor
Lo que das lo recibes
Es la ley de atracción
Mi corazón se volvió a reparar
Abrázame para juntar mis piezas
Me perdí y tú me encontraste
Eres mi Kintsukuroi
Que todo quede entre tú y yo
Ven y armemos una revolución
Entre las sábanas vámonos
Por la vida salvándonos
Descubrir tus secretos
Y mis secretos
Me haces bien, no lo voy a negar