Manuel AlejandroMarian Beigbeder
Explícale si puedes sin herirla,
por qué me marcho sin decirle adiós.
No soy amigo de las despedidas;
lo bello está al principio del amor.
Le dices que no ha sido una aventura,
que me ha llegado incluso a enamorar,
que olvide de quien pudo ser la culpa;
la vida es la culpable y nadie más.
Procura hablarle tú,
tú la conoces
mejor que yo,
procura hacerle ver,
que es imposible,
volver,
volver.
Jamás oculto a nadie mi locura,
mi forma caprichosa de querer;
que entienda y que perdone mi postura
pues ya difícilmente cambiaré.
Que sepa que no es fácil olvidarla,
que han sido noches para recordar
mas soy así, qué quieres que le haga,
no soy un ave fácil de atrapar.