Ayer no creía ni media palabra de todas las cosas que hablaban de vos. Ayer, te lo juro, tan sólo pensaba que todos querían matar nuestro amor. Y más me decían... ¡Yo más te adoraba! Y más me aferraba con mi corazón a ese cariño que ayer me cegaba, porque eras mi vida, porque eras mi Dios. Y vos... cada vez que me besabas, cada vez que me abrazabas... ¿No te ahogaba el corazón? Y vos, me pregunto todavía, si al mentirme no sentías ni siquiera compasión. Y vos... ¡Y vos!... Si en la vida hay un castigo, lo que has hecho ayer conmigo, lo tendrán que hacer con vos. Pensar por tu culpa que odié a todo el mundo, que hiciste en mi pecho nacer un rencor, un odio terrible, tan grande y profundo... ¡Tan grande y profundo, como fue mi amor! Y vos... cada vez que me besabas, cada vez que me abrasabas... ¿No te ahogaba el corazón? Y vos, me pregunto todavía, si al mentirme no sentías ni siquiera compasión. Y vos... ¡Y vos!... Que hasta ahora te reías.. ¡Ya te harán caer un día!... ¡Y llorarás como yo!