No cierres aún esa maleta sin antes guardar mi corazón que cabe entre tus cosas más amadas aquel poema y mis cartas de amor. Y llévate también en la maleta la dicha que tan poco nos duró por si te hiciera falta algún consuelo cuando en tu otoño no brille más el sol. Viajera como una nube viajera, no encontrarás quien te quiera como te he querido yo, y entonces odiarás esa maleta como yo... como yo. Y ciérrala que en plena primavera aún puedes encontrar un nuevo amor, y vete de una vez quiero estar solo para aprender a vivir sin corazón. Viajera, siempre recuerda viajera, que cuando nadie te quiera no me debes buscar recurre simplemente a la maleta y allí me tendrás. Y ciérrala que es noche y llueve afuera y todo está negándote el adiós, y llévala contigo donde sea, pero no olvides que allí va mi corazón.