Tiene las manos tan llanas que caben todas las cosas y son sus ojos ventanas, ventanas llenas de rosas. Tiene la edad de lo eterno, desde lo eterno hasta ahora. Haciendo trampas al tiempo cambia los días por horas. Esa mujer, invicta en toda batalla. Esa mujer camino, puente y muralla. Esa mujer suele llamarse ternura, quietud y donaire, silencio y bravura. Las alas del aire: mi madre y el aire. Tiene la paz de los justos, inalterable a las penas que nunca faltan, incluso cuando son penas ajenas. Tiene el afán de la abeja y un corazón de paloma que si se asoma una queja, nadie la ve que se asoma. Esa mujer, posada, luz y vitualla. Esa mujer, entera donde las haya. Esa mujer responde al nombre de luna, remanso y donaire, arena y espuma. Las alas del aire: mi madre y el aire.