Si nos dejaran caminar por las cornisas de la vida sin temer a la aventura inesperada, sin andar buscando siempre una salida. Si nos dejaran perfumados con la rosa de los vientos y aferrados a la cruz de un barrilete elevar al infinito los intentos. Si nos dejaran simplemente decidir nuestro destino, que sirvieran solamente las espadas para no dejar en paz a los molinos. Si nos dejaran exiliarnos de los ritos y las formas y encontrarnos en el centro del asombro con el vuelo magistral de una paloma. Pero un rayo de anti-luz nos amenaza, como un mágico pastor, nos arredila nos convence poco a poco, nos enlaza y al final, como corderos nos esquila. Si nos dejaran algún día respirar el aire puro y beber el agua clara de la fuente y esperar sin hipotecas el futuro. Si nos dejaran despegar alguna vez las etiquetas, que saltaran por los aires la arrogancia, las envidias, privilegios y caretas. Si nos dejaran por inútil desterrar la prepotencia, que ocupara su lugar, sin condiciones, si es que vive todavía, la inocencia. Porque el rayo de anti-luz sigue presente, de tal forma, que se ha vuelto imprescindible; manipula las costumbres de la gente, convirtiendo lo posible en imposible. Si nos dejaran los que tienen en sus manos ""la manija"", honorables salvadores de la Patria... traficantes... caraduras... sabandijas... Si nos dejaran abrir las puertas de par en par para vivir sencillamente y no tener no más la sensación de durar."