Padre nuestro en la calle Padre nuestro que está en la tierra, desvelado por nuestros desvelos, hoy tu nombre nos sabe a justicia, nos sabe a esperanza y gloria a tu reino. Padre nuestro que está en la calle, entre el tráfico, el ruido y los nervios, que se cumpla, Señor, tu Palabra, lo mismo en la tierra que arriba en el cielo. PADRE NUESTRO, PADRE NUESTRO, NO ERES UN DIOS QUE TE QUEDAS ALEGREMENTE EN TU CIELO. TÚ ALIENTAS A LOS QUE LUCHAN PARA QUE LLEGUE TU REINO. Padre nuestro que sudas a diario en la piel del que arranca el sustento, que a ninguno nos falte el trabajo, que el pan es más pan cuando ha habido esfuerzo. Padre nuestro, que no guardas nunca, contra nadie, venganza o desprecio, que te olvidas de ofensas y agravios y pides que todos también perdonemos.