Mira a ese... Eh! Tú, tú, tú; los papeles ¿Quién te crees que eres? ¿No me entiendes? ¿No los tienes? ¿Te crees que puedes salir un viernes por donde quieres sin papeles zoquete? Te voy a meter un paquete. No te quejes o te doy un cachete. Mírale ¿Qué? ¿Te diviertes? ¿Quieres que me cabré? ¿Qué te golpeé? ¿Acaso te crees que no lo soy capaz de hacer? Pues toma, para que no me vengas con bromas, idiota, vuelve a por otra. Date la vuelta, abre las piernas, a ver que llevas en la chaqueta, pedazo de mierda. Oh! Qué sorpresa! Una piedra. ¿Cómo que no es tuya? ¿Insinúas que la llevaba yo y te la puse en tu pantalón? Mi compañero vio como la sacaba de tu cinturón. Pedazo de basura, y como vuelvas a abrir la boca te doy una curra. Las manos juntas, sobre la nuca. Vas a desear con locura no haber venido a esta país nunca. Ala, venga pa el coche patrulla. Pobre criatura! Se ha dado un golpecito en la nuca. ¿Te ha dolido? Pobrecito... ¡Eh, eh, eh! ¡Qué genio! Intenta tocarme, negro. Dame un motivo para que pueda volarte los sesos. Sujétale compañero, vamos a enseñarle al negro este como queremos a los extranjeros que no traen dinero. Ahora vas a ser muy bueno, ahora vas a estarte quieto. Hoy no es tu día monito, vamos a comisaría. Mira lo que te traigo Carlos, otro indocumentado. Si, se resistió y tuvimos que golpearlo, lo típico un poco en las piernas, en los brazos, casi ni se nota que en el algún momento le hayamos tocado. ¿Qué dices de un abogado, maldito bastardo? Tú has visto muchas pelis de americanos ¿Qué me he pasado dándote palos? ¿Me vas a decir a mi como hacer mi trabajo? Ya lo estas viendo Carlos, encerradlo un rato, que ahora me paso, que este mierda de africano me buscando. Llevo intentando aguantarme desde el momento en el que le hemos pillado. ¡Qué asco! En su país no tienen derechos humanos y vienen aquí a robarnos y encima tenemos que dárselos. Métele ahí hombre, que nos vamos a divertir, que hace mucho que no tenemos por aquí ninguno así. Cerrad la puerta, a ver ahora cuánto te quejas, dadle la vuelta. ¡Cállate o te arranco la lengua! Daniel, ¿Es tu primera vez? (si...) Bien, atiende bien, lo primero que hay que hacer es remangarse, es difícil justificar las manchas de sangre ¿sabes? (Agggg!) haced que se calle. Estoy intentando explicarme... bien, se trata de intentar no dejar marcas: una guía de teléfonos, o una porra en un periódico enrollada ¿Ves? (tumm!) ahora prueba tú. Más fuerte hombre. No te cortes, afuera no se oye. No, no, no... valla, olvidé decir que no le dieras en la garganta... metedle en la jaula, coged una sábana, atádsela y colgadle. Haced que parezca que el pobre negro consiguió suicidarse. No te preocupes Daniel, sé que fue tu primera vez. Verás como a la próxima todo te va bien. A casi todos nos ha pasado algo parecido alguna vez. Tranquilo machote, venga, te invito a un café.