Oh! Cuántos soles y oscuridad de silencios que me envuelven plenos afuera y dentro Un ocaso un momento el crujido de un espejo que se quiebra sin reflejos solo y triste sin remedio ¡Oh! La soledad encumbrada de espanto ¡Oh! Tu bien y mal de locura y encanto hola y qué fatal los ojos tuyos