Amanecer, con él, A mi costado no es igual, que estar contigo, No es que esté mal, ni hablar, Pero le falta madurar, es casi un niño. Blanco como el, yogurt, Sin ese tono que tu llevas, en el pecho, Fragilidad de flor, Nada que ver con mi perverso favorito. Sin tus uñas arañándome la espalda, Sin tus manos que me estrujan todo cambia, Sin tu lengua envenenando mi garganta, Sin tus dientes que torturan, Y endulzan yo no siento nada. Hacer el amor con otro, no, no, no, No es la misma cosa, No hay estrellas de color rosa, No destilan los poros del cuerpo, Ambrosías salpicada de te quieros. Hacer el amor con otro, no, no, no, Es como no hacer nada, Falta fuego en la mirada, Falta dar el alma en cada beso, Y sentir que puedes alcanzar el cielo. Quise olvidarte, con él, Quise vengar todas tus infidelidades, Y me salió, tan mal, Que hasta me cuesta respirar su mismo aire. Los mechones de tu pelo negro crespo, Tus caderas afiladas y escurridas, Esa barba que raspaba como lija, Y tu sonrisa retorcida, Son lo mejor que hay en mi vida. Hacer el amor con otro, no, no, no, No es la misma cosa, No hay estrellas de color rosa, No destilan los poros del cuerpo, Ambrosías salpicada de te quieros. Hacer el amor con otro, no, no, no, Es como no hacer nada, Falta fuego en la mirada, Falta dar el alma en cada beso, Y sentir que puedes alcanzar el cielo.