De polvillo de ladrillo, trae lleno los bolsillos Y el nivel que se derrumba en la pared de sus sueños Su martillo es la esperanza que con golpes no le alcanza, Y entre bolsas de cemento el guarda sus sentimientos Y peldaño a peldaño, construye felicidad, La escalera que otros suben, el siempre la ha de bajar Su cuchara es la paciencia que siempre ha de controlar Remendando los fracasos que el camino ha de dejar Tambaleando en el andamio se equilibra al pensar, siete bocas esperando su llegada al hogar Y peldaño a peldaño, construye felicidad, La escalera que otros suben, el siempre la ha de bajar