Bien, creo que mi suerte por el día terminó. Sí, la suerte se termina pero el día no. Sí, la última botella desapareció. No, no pudo con la pena el tiempo ni el alcohol. Y aunque lloren los muchachos, ni vencedores ni vencidos. Y aunque lloren los muchachos siempre hay trampas y más trampas. Bien, la niña más querida se nos escapó. Ay, se nos escapa el mundo, nadie, nadie se quedó. Si mi cuerpo no es mi cuerpo puedo comprender que se van, se van mis penas con el viento del amanecer. Y aunque lloren los muchachos, ni vencedores ni vencidos. Y aunque lloren los muchachos siempre hay trampas y más trampas.