Lejos en las horas, buscando la vida vamos cargando todos con historias. Plazas llenas de recuerdos, caras viejas al sol, soledad fría de recuerdos que ya no vuelven más. Solos en las horas, barcos a la deriva, playas sin mar, puertos siempre lejanos. Los ojos de ventana giran y giran acompañando al corazón, viajé al fondo de cristal. Las calles de la ciudad se arrastran de dolor, robaron una a una cada estrella. Perdidas las luces, perdidas en silencio. Perdidas las espinas, también perdida la flor. Lejos en las horas amanece otro día, engaño sutil para las sombras. Sueños desvelados, actores de rutinas, quién sabe si el dolor hoy pueda mas. Adiós héroes de la Victoria, adiós himno de alcohol. La tarde que muere es miedo y es frío, quién sabe si el dolor hoy pueda más que yo.