Ya están ahí, han venido a abducirme, en su nave intergaláctica y no sé qué, me van a hacer. ¡Ahí va dios! qué montón de lucecicas, y cuántos botoncicos, qué inteligencia tan superior. Hablan en un extraño lenguage gestual. Son calvos y tienen enorme cabezón. ¡qué chalaus! ¿desde dónde habrán venido? para fijarse en mi cuerpo y experimentar sobre él. Me han puesto un gotero con un líquidillo azul, me resistiría si no fuera tan gandul. Me han dejau tirado en un descampado con un botijo que pone: "recuerdo de Ganímedes".