Mientras pasa la estrella fugaz acopio en este deseo instantáneo, montones de deseos son los prioritarios. Por ejemplo que el dolor no me apague la rabia, que la alegría no desarme mi amor, que los asesinos del pueblo se traguen sus molares, caninos e incisivos y se muerdan juiciosamente el hígado. Que los barrotes de las celdas se vuelvan de azúcar o se curven de piedad, y mis hermanos puedan hacer de nuevo el amor y la revolución.