Hoy te vengo a susurrar lo que haría yo por ti, por tu sangre y tus adentros y no serían monumentos, pues yo no se esculpir como el agua, o como el viento. Yo pasaría to el invierno sin el calor de mi infierno, desnudito y a tu vera y buscaría la manera de tejer sobre tu piel, en enero, primaveras. Y montaría una escalera que me llevara hasta el cielo a mangar un par de estrellas, pa que me alumbren tu cuerpo y escribir húmedos versos con la tinta de mi lengua . Y me haría zahorí para en yermos desiertos rastrear manantiales, de esos que duermen despiertos, esperando oír tus huesos para hacerse fluviales. Y domaría los mares para que en ellos nades desnuda y risueña y si los dioses se empeñan en traer tempestades, atranco la puerta. Y, si tienes calor, te fabrico abanicos con hojas de menta. Que si se acerca el sol, bajito le grito: que no se molesta. Moriría por ti, pero no mataría. Morir, no me duele morir; matar me lastima. Moriría por ti, pero no mataría el canto del colibrí por mucho que me lo pidas. Morir, recuerdo morir; matar se me olvida. Y, si quieres dormir, a mis latidos les pido que no hagan ruido. Y, si quieres soñar, a Morfeo le ligo sueños sin usar. Y, si quieres sentir, te vuelvo a rozar. Y, si quieres llorar, te hago reir. Moriría por ti, pero no mataría. Morir, no me duele morir; matar me lastima. Moriría por ti, pero no mataría la inocencia que hay en ti. Ni a la rosa sus espinas. Morir, recuerdo morir; matar se me olvida Y, si quieres sentir, te vuelvo a rozar. Y, si quieres llorar, te hago reir. Hay queda eso!!