Con un canto en los dientes vaya suerte que tengo de tenerte a mi lado. Y por eso te escribo canciones que luego te mando, en vez de postales que yo qué sé cuando caerán en tus manos. Y cómo dirán mis palabras tus labios. Con un canto en los dientes. Nada más conocerte empecé a conocerme. Aprendí que la vida es vivir sin pensar demasiado. Reirse de todo, vivir el presente, aprender del pasado. Y no arrepentirse de haberlo bailado. Con un canto en los dientes la vida se ve diferente y se espantan mis males de aquí de una vez para siempre. Con un canto en los dientes me doy desde que te conozco. Qué tener un amigo es tener además un tesoro. Con un canto en los dientes. Con el paso del tiempo no quisiera perderte, porque no sé muy bien lo que haría sin ti por las tardes. Con quién quedaría en pasar a buscarle después de sus clases. Y a quién mentiría cuando llego tarde. Con un canto en los dientes. Amarillos de tanto esperarte fumando en el bar donde ponen aquel café descafeinado con doble de espuma y poco cargado. Nos sirve de excusa pedir otro más y me sigues contando. Con un canto en los dientes...