Las personas están vivas, mientras que se las recuerda. Y por eso son algunas inmortales, eternas. Otras caen en el olvido; aunque respiren están muertas. Y sus corazones laten, pero nadie los bombea. Las miradas siempre dicen algo más de lo que cuentan. Y se ve cuando se acercan si merecen la pena. Es tan sólo una cuestión de fe, de química y paciencia. Observar atentamente, y casi siempre se acierta. Yo creo en tí. Confío en tí. Tu estaras siempre viva para mi.