Entre suspiro y suspiro, no encuentro el olvido, me esta matando un querer, porque la ingrata perjura, que mi alma tortura, me hiere con su desden, entre sollozo y sollozo, no encuentro repozo, y yo doy canto ala vez, porque cantando me intrigo, el duro castigo, que dios me quizo imponer, porque, diosito tan bueno, siendo tan justo y sereno, me manda un castigo asi, por que, me toco esta suerte, que me ha sentenciado a muerte, nomas por quererte a ti. Porque, diosito tan bueno, siendo tan justo y sereno, me manda un castigo asi, por que, me toco esta suerte, que me ha sentenciado a muerte, nomas por quererte a ti.