Puedo sentir mi vida como desnudas mi pasión cuando estremezco al rozar tu piel. Puedo pasar mi vida entera recordando que en su día fuiste mía aquel anochecer. Y ahora me siento como un niño hablándote. Y ese viento del sur ha vuelto a hacerme presa de tus ojos. Y el sol Seduce la inocencia del destino que en mi camino ha vuelto a descartar la soledad. Puedo sentir las horas que me distancian de tu voz hasta el momento de mi rendición. Puedo pasar en un momento del lamento a la emoción si encuentro el cielo de tu corazón. Y ahora me siento como un niño hablándote. Y ese viento del sur ha vuelto a hacerme presa de tus ojos. Y el sol Seduce la inocencia del destino que en mi camino ha vuelto a descartar la soledad.